27/3/10

NUESTRO SINDICATO


Los libros prohibidos

Con el objetivo de conmemorar el 34º aniversario del golpe militar, la escuela Nº 18 Gendarmería Nacional, del barrio de Villa Luro, propuso a sus alumnos de nivel primario participar de un proyecto educativo durante quince días. La idea era que los escolares leyeran textos de ficción realizando un análisis crítico, trabajaran con el documental Sol de Noche y realizaran una visita didáctica al centro clandestino de detención El Olimpo. A través de textos que dan cuenta de la violencia política de la época, como Dailan Kifki, Prohibido el elefante y El genio del basural, los alumnos pudieron comprender el contexto en el que se desarrolló la dictadura y reflexionar acerca de los derechos perdidos en ese período.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-142694-2010-03-26.html

ALGUNAS FOTOS MIAS DE LA MARCHA X LA MEMORIA




23/3/10

MEMORIA...

MeMoRiA

Frente a la fragil memoria de algunos que hoy insisten en hablar de
amnistia, olvido, perdón con una liviandad que irrita y alarma, a 34
años del golpe civico militar, los que no preferimos no olvidar, para
construir sobre la verdad, tenemos

30.000 RAZONES PARA EXIGIR MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA!

Parte de esas razones, también son los compañeros bibliotecarios
detenidos-desaparec idos...

14-07-1971. Juan Pablo Maestre. Bibliotecario de la Facultad de
Sociología de UBA.

08-10-74. Rodolfo Francisco Achem. Dr. de la Biblioteca de la
Universidad Nacional de La Plata
08-07-75. Maurice Jeger Rymland. Francés, secuestrado en Tucumán.
05-11-75. Ana María Guzner. Bibliotecaria. Trabajaba en la Biblioteca
dela Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP.
12-12-75. Napoleón Argentino Araneda. Trabajaba en la Biblioteca del
Bancode Mendoza.
18-10-76. Julio Washington Cabrera. Trabajaba en la Biblioteca
PopularMitre de Cap. Fed.
18-10-76. Rosa Delicia Chaher. Trabajaba en la Biblioteca Popular Mitre.
27-06-76. Miguel Santiago Bacasun. Trabajaba en la Biblioteca
deTribunales de Bahía Blanca.
22-07-76. Eduardo Benito Francisco Corvalan Mato. Desaparecido en
BuenosAires.
01-08-76. Elvira Estela Márquez Dreyer. De Rosario.
11-11-76. Viviana Ercila Micucci Iburrustela. Trabajaba en la
Bibliotecadel Centro Panamericano de Zoonosis.
12-11-76. Elsa Noemí López Mateo. De La Plata. Estudiante de
bibliotecologí a.
21-12-76. María de Jesús Peláez. Trabajaba en Centro de Documentación de
la Secretaría de Educación de la provincia de Buenos Aires.
04-01-77. Rosa Angélica Murno Merediz. Estudiante de Bibliotecologí a y
deSociología.
10-02-77. Susana Raquel González. De La Plata. Estudiante
deBibliotecologí a y de Letras.
04-04-77. Pedro Ulderico Ponce Sgattoni. Trabajaba en la
BibliotecaGeneral San Martín.
12-04-77. Ana Inés Della Croce. Secuestrada en La Plata.
15-05-77. Marta Susana Diez Troncoso. Trabajaba en la Biblioteca
Argentinade Rosario.
10-06-77. Mary Norma Luppi Mazzone. Secuestrada en Buenos Aires. Uruguaya.
14-07-77. Ramón Manuel Saavedra. Trabajaba en la Biblioteca Nacional y
enla Biblioteca del Congreso de la Nación.
21-07-77. José Dalmiro Rojas. Secuestrado en Río Sali, Tucumán.
30-07-77. María José Rapela King Magnone. De Ituzaingo.
27-08-77. Ana María Tossetti Jauregui. Buenos Aires.
24-11-77. Beatriz Arango Sánchez. Capital Federal.
06-10-78. José Alfredo Zelaya Mass.
18-12-82. Ricardo René Haidar Camissi. Trabajó en la Biblioteca de
laUniversidad Nacional del Litoral.

Detenidos y Liberados
Celina de La Plata,
Eduardo, Raúl, Evangelina y Graciela de Rosario
Miguel Ángel de Salta.

*¡PRESENTES HOY Y SIEMPRE!*

22/3/10

24 DE MARZO, DIA DE LA VERDAD Y LA MEMORIA


La Plaza de las Madres

Cuando niño lo llevabas
a la plaza a jugar
Después crecieron luchando
al frente por un ideal
Y aquella noche maldita
te lo arrancaron sin preguntar.
Una y mil puertas golpeaste
buscando la verdad,
nadie daba respuesta
Y la lucha empezaba a rodar.
No estabas sola en tu dolor,
casi sin darte cuenta,
la plaza las acogió.
Cientos de madres se unían
Pidiendo verdad, por favor!
La plaza no tenía juegos,
estaba llena de dolor.
La plaza de la Justicia,
la plaza de la Verdad,
la plaza de la Lucha,
la plaza de la Libertad.
Más de 30 años ya pasaron
Y no dejaron de pelear
De pie frente a tu lucha
te quiero homenajear
Madres de Plaza de Mayo
son un orgullo nacional.

Mónica Alejandra Gonzalez
JIN “C” Esc Nº 24 / 4º

15/3/10

De alimento espiritual, nada

Domingo, 14 de marzo de 2010

CULTURA › LA BIBLIOFAGIA EXISTE Y VIENE EN FORMA DE BICHOS

De alimento espiritual, nada

Piojos, gusanos, escorpiones, larvas de coleópteros... Son innumerables los habitantes de las páginas impresas, que se devoran, literalmente, su contenido. Pero la lucha por conservar libros y documentos nació con los libros mismos. Una aproximación al tema.

Por Facundo García

Todo lector apasionado ha tenido la experiencia: de repente, en medio del verso o el párrafo más sublime, surge un bicho que corre a través de la página para esconderse en los recovecos de la encuadernación, como quien va de una trinchera a la otra. Por lo general, en los hogares se trata a estos huéspedes con condescendencia. Sin embargo los animales bibliófagos –es decir, que se alimentan de libros, y no en un sentido espiritual precisamente– son capaces de hacer estragos. Y lo peor es que, como dicen los que saben, no se contentan con devorar sólo los adjetivos sino que engullen tramos enteros de obras que pueden volverse irrecuperables.

“Lo que hacen es convertir el papel en energía utilizable por ellos”, sintetiza Susana Pujol, jefa del Departamento de Preservación, Conservación y Restauración de la Biblioteca Nacional. Con más de novecientos mil títulos, los anaqueles del edificio ubicado en la Recoleta representan un manjar para la legión de comelibros, aunque por ahora las bestezuelas son mantenidas a raya mediante el uso de varias armas (ver recuadro). “En otras bibliotecas públicas –como la Calímaco de Cirene, que estaba en el Zoológico– he visto ‘túneles’ de larvas que atravesaban hasta siete libros consecutivos, así que es un alivio que no tengamos insectación activa acá. Lo que sí solemos encontrar todos los años son cuatro o cinco escorpiones, y eso se debe a que estamos ubicados en una zona que es su hábitat natural”, detalla la funcionaria. Los escorpiones no han hecho otro daño que asustar un poco. Igual se los rastrea y combate: a nadie le gusta mover una edición de El Principito y encontrar detrás a un arácnido en guardia y listo para atacar.

Lo inesperado se vuelve norma en esos suburbios de la actividad cultural. Como sugirió Umberto Eco en El nombre de la rosa, los confines del ámbito libresco son tierra de secretos y técnicas que tienen su propia tradición. Miles de años antes de Cristo, los fabricantes de las primeras tablas de arcilla se dedicaron a testear diferentes métodos de cocción para evitar que el clima rompiera sus materiales. Más tarde, los padres del papiro eligieron los tallos, el estado de maduración y el tipo de vegetales con que hacían sus productos; y otro tanto sucedió con los que se dedicaron al pergamino. Ya en el año 674, un edicto chino disponía que el papel debía hacerse utilizando extracto de bayas del corcho, lo que a un tiempo prevenía las plagas y ponía de mal humor a los pobres chinos, que tenían que salir a conseguir el producto. Casi podría decirse que la lucha por conservar los documentos nació con los documentos mismos.

La batalla, claro, está lejos de haber terminado. Enumerar a los habitantes de las páginas se parece a ir recordándolos, porque prácticamente todos los amantes de la lectura los han visto alguna vez. Uno es el “piojo del libro”, que en realidad no es un piojo sino un insecto de la familia Liposcelidae: son esos puntitos blancos y minúsculos –no llegan a medir más que unos pocos milímetros– que huyen de la luz cuando alguien hojea un volumen. Según asegura la bióloga Ercilia Galliussi, no se trata de organismos que necesariamente hagan daño a las hojas, porque consumen principalmente hongos y esporas. “Eso no quiere decir que sean una presencia buena, porque si están ellos significa que hay condiciones de temperatura y humedad inadecuadas”, advierte.

–Los piojos del papel, ¿pican?

–Mucha gente se queja de que “le pican”. Pero lo que ocurre es que hay especies que despiertan alergias y otras reacciones similares.

Dejando de lado a las invencibles cucarachas, las estanterías suelen alojar ejemplares de los denominados “Pececitos de Plata”. Decirles así suena poético, pero los Lepisma saccharina –insectos alargados y de brillo metálico, que tienen una especie de “colita” con tres filamentos al final– son capaces de alojarse entre los recovecos de un libro cerrado y, según algunas fuentes, pueden pasar hasta trece años raspando y haciendo agujeros. Luego están los que vulgarmente se llaman “gusanos”, como la larva del coleóptero Nicobium Castaneum. “Cuando crecen, son lo que la gente conoce como ‘cascarudos’. El adulto pone un huevo, y la larvas –que son máquinas de comer, porque deben acumular energía para poder transformarse– se largan a trazar estos surcos, muy característicos”, comenta la bióloga mientras pone sobre la mesa una novela llena de cavernitas.

Para el que viene de otro palo, uno de los misterios es de dónde sacan agua estos enemigos de la literatura. Galliussi: “Hay algunos que absorben líquido con su cuerpo, y otros lo extraen al comer. Por eso viven en ambientes húmedos”. “Y les encantan los papeles de antes –completa la restauradora Pujol– porque los de ahora tienen muchos químicos añadidos y menos celulosa. Además, antiguamente se aplicaban, durante el proceso de impresión y encuadernación, tratamientos con productos de origen animal. Eso es muy rico en proteínas. Por otra parte, si la obra es antigua es probable que haya restos de animales que vivieron ahí antes, lo que también es un recurso.” ¿Podría un ser humano alimentarse de libros? “No, no podría extraer nutrientes porque nuestro sistema digestivo no está preparado para eso”, responden al unísono las entrevistadas, algo perplejas ante la pregunta.

En La Biblioteca de Babel, Borges imaginó una sucesión de galerías hexagonales que contenían todos los libros posibles. Según calculó el matemático William Goldbloom Bloch en base a los datos que dio el propio Borges, la magnitud de esa masa bibliográfica superaría al tamaño de todo el universo (The Unimaginable Mathematics of Borges’ Library of Babel, Nueva York, Oxford University Press, 2008). Otros han llevado la reflexión más allá, sosteniendo que aun si se lograra meter a todos los volúmenes dentro de esta realidad, la presencia de una región así de densa en el cosmos generaría un agujero negro que se tragaría la totalidad de lo existente. Una cosa es segura: si en el juego ficcional se introdujera, como quien no quiere la cosa, un grupo pequeño de estas voraces sabandijas, la historia sería muy distinta. E igualmente pesadillesca.

La Biblioteca Escolar, piedra angular de la Formación de Usuarios

Por Guillermo C. Elías(1)

El fenómeno de la conectividad, de la sociedad de la información, de las TIC, ha abierto una brecha entre quienes acceden y quienes sueñan en acceder a las redes de información.
En el mes de Junio de 2008 realizamos una encuesta entre el personal de una empresa educativa de la Ciudad de Buenos Aires con el objeto de determinar la amplitud del uso de Internet aplicada a tareas relacionadas con su trabajo. Pudimos constatar que todos los estamentos institucionales usaban la red. Desde la dirección, hasta la sección de mantenimiento, que la emplea con el fin de comparar precios y contratar otros servicios, la recepcionista y operadora del conmutador telefónico, para consulta de direcciones, mapas, números y códigos postales. La única unidad de trabajo que no usaba Internet, era el personal de maestranza, tal vez por pertenecer a una empresa que contrata su servicio a la primera.
El nivel de competencias informacionales y el manejo de herramientas que exigen las modernas instituciones es cada vez mayor y en ellas radicará el acceso al trabajo.
Es claro que el parámetro de analfabetismo ha variado y que deben tenerse en cuenta no sólo las competencias de la lecto-escritura, sino también el acceso y dominio de computación e Internet (Alfabetización Digital) y el manejo de al menos dos idiomas distinto del materno.
La escuela es la encargada de emparejar esta diferencia y a su vez la biblioteca se convierte en uno de sus principales órganos ejecutores.
En la actualidad no debieran existir bibliotecas escolares grandes ni pequeñas, si es que todas tuvieran acceso a Internet, esta circunstancia las iguala, las pone en contacto con el mundo de la información y de la recreación.
La Biblioteca moderna nos permite escapar a la realidad, donde todo es mezquino y esquivo y nos sumerge en la utopía, donde la información y la literatura se brinda y se da a manos llenas.
Para lograr sus objetivos deberá contar con personal capacitado no sólo en lo atinente al quehacer bibliotecológico, sino que éste deberá dominar las capacidades pedagógicas, para planificar sus actividades acorde a las edades de sus lectores, lograr el dominio de los grupos y poseer la habilidad de capacitarlos en lo que llamamos Alfabetización Informacional.
Los Manuales de Bibliotecología hacen hincapié en la formación de Usuarios en las Universidades. Tal vez porque llegan a este nivel de estudios, alumnos que desconocen las habilidades mínimas para realizar una búsqueda o para desempeñarse como un lector autónomo.
El problema debe atacarse desde otro punto de vista, es en la escuela, más precisamente en la Biblioteca Escolar, donde deben enseñarse estas competencias y es tarea del bibliotecario implementarlas.
Además, debemos tener presente que es la única actividad escolar cuya transversalidad es universal a todas las materias curriculares y extracurriculares.
Esto convierte al Maestro-Bibliotecario y a la Biblioteca Escolar en la piedra angular, la puerta de acceso del sistema Bibliotecológico.
Es quien debe transformar el espacio de la biblioteca en un ambiente acogedor que invite a quedarse y quien planifique actividades interesantes que logren cautivar a los usuarios. Es verdaderamente reconfortante oír a los alumnos expresar sus deseos de volver a la biblioteca, al “Gabinete Mágico de Emerson, donde habitan los espíritus hechizados. La experiencia debe resultar similar a la que experimentan los niños cuando entran en una juguetería.
Para crear un clima de trabajo, en el que se equilibren la calma y la atención expectante, se sugiere utilizar una música suave. Los estudios de musicoterapia indican el empleo de la música barroca como la más acertada, su ritmo, similar al cardíaco, induce al estado anímico anhelado.
La hora del cuento, denostada por algunos, es sin duda “cuando no se improvisa”, una especie de caricia que nuestros usuarios agradecen y esperan. Una correcta selección del texto y una adecuada “interpretación” de la lectura, logran capturar a la audiencia. Escuchar un cuento es un ejercicio que ayuda a educar la atención, invita a distendernos, a relajarnos, a imaginar. Reduce la agresividad, la tensión y el estrés que producen las exigencias y la tarea rutinaria.
Al terminar el cuento es interesante poder re narrar oralmente la historia entre todos. De esta manera el bibliotecario pude constatar el nivel de atención logrado.
Debemos desestimar para este tipo de actividades de recreación literaria, el empleo del texto para tareas gramaticales o de análisis. Esto convierte al placer de la lectura en un verdadero “tacle literario”.
La Biblioteca Escolar es una “Biblioteca Especializada” si consideramos el tipo de material bibliográfico de su fondo: literatura infantil, manuales y libros pedagógicos; el personal especializado “Maestro Bibliotecario” y al tipo de usuarios, que precisa una adecuada atención según su edad.
Las actividades de Formación de Usuarios podrán planificarse, de acuerdo a un programa que consiste en adjudicar la enseñanza de ciertas habilidades, para cada grado de la escuela. Teniendo en cuenta el objetivo final de este proceso, que consistirá en obtener como producto, lectores con habilidades, herramientas y competencias que le permitan manejarse en forma autónoma dentro de una biblioteca.
Las actividades que proponemos fueron puestas en práctica en la Biblioteca del Colegio Champagnat desde el año 2001, con resultados satisfactorios.
Preescolar: Qué es una biblioteca
1º Grado: Pautas de comportamiento y cuidado del material bibliográfico. Distintos soportes que se guardan en una biblioteca, su cuidado y manipulación. .
2º Grado: El libro: sus partes. Uso del manual o libro de clase. Visita a la sala de lectura de una biblioteca pública (BNM)
3º Grado: Uso del diccionario: el ordenamiento alfabético. Tipos de diccionarios: idiomas, RAE, sinónimos, antónimos, lunfardo, música, folclore, botánica. Consulta del Diccionario de RAE on line. La ficha bibliográfica.
4º Grado: Uso de diccionarios: abreviaturas, acepciones. Uso de enciclopedias en papel: Ordenamiento temático y alfabético. Lectura de fotografías antiguas. Lectura de mapas antiguos y modernos. Mapas y fotografías satelitales en Internet. Historia del libro.
5º grado: Uso de enciclopedias en papel y en otros soportes: CD Rom y on line. Lectura de documentos históricos. Tecnología: recuperación (restauración) de material bibliográfico. Búsqueda de información general en Internet.
6º Grado: Búsquedas bibliográficas en ficheros y bases de datos on line. Ubicación espacial de los números topográficos en la estantería. Lectura del Diario. Lectura de documentos sonoros. Lectura de películas históricas. El Diccionario de Lunfardo: Visita a la Academia Porteña de Lunfardo. Técnicas de estudio.
7º Grado: Técnicas de estudio. Actividades que pongan en práctica las habilidades aprendidas en el uso de todos los recursos de la biblioteca. Organización de una estrategia de búsqueda. Visita a una Biblioteca Pública (en lo posible especializada).
Este programa de Formación de Usuarios se sustenta en el anhelo de docentes y bibliotecarios de formar lectores críticos y autónomos. Las herramientas enseñadas son las necesarias para evitar la pérdida inútil de tiempo. Debemos lograr que sopesen y valoren su tiempo, empleándolo no tan solo para su propio bienestar, sino también para contribuir y reanimar los logros alcanzados por la Humanidad.
Nuestro Premio Nobel de Medicina Dr. Bernardo Alberto Houssay sentenció: “La mayor diferencia entre los hombres, depende de cómo aprovechan su tiempo”.

(1)Guillermo C. Elías: Profesor en Enseñanza Primaria, Bibliotecario Nacional y Locutor Nacional de Radio y TV. Actualmente se desempeña como Maestro Bibliotecario de la Escuela 24 DE 1º “Cornelia Pizarro” y es profesor de la Cátedra de “Psicología Estética y Formación del Lector” en la Escuela de Bibliotecarios de la Biblioteca Nacional.