11/10/10

Dispuesto a escuchar

10/10/10 - 01:38

PorOsvaldo Pepe


“Que no cierren la Biblioteca”

Soy socia de la Biblioteca Popular y Centro de Extensión Cultural Amigos de La Tablada, ubicada en Avellaneda 5211 de dicha localidad, del partido de La Matanza. El fondo bibliográfico asciende a 25.000 volúmenes y estamos armando el Museo Regional de La Tablada. Además, contamos con pergaminos que son nuestro orgullo. A saber: reconocimiento de Comisión Nacional de Bibliotecas Populares N° 4.010; de la Dirección de Bibliotecas Populares de la Provincia de Buenos Aires Nº 416; y Municipal Nº 1.102. Tenemos Personería Jurídica Nº 20.328, legajo Nº 1/100089.

Sin embargo, todo esto parece ser insuficiente, ya que estamos a punto de quedarnos en la calle, porque suena fuerte la posibilidad de un pronto desalojo. Sobre nuestra inquietud hemos enviado cartas al gobernador Daniel Scioli, a la Cámara de Diputados de la Provincia, y al intendente de La Matanza, Fernando Espinosa. Lo que necesitamos es poder adquirir un espacio amplio. Los usuarios necesitamos poder elevarnos culturalmente y dejar de ser ciudadanos de segunda.
Se derrocha tanto dinero en otras cuestiones, que sería importante que una parte lo dediquen a la cultura, y que el lema “Matanza avanza” se cumpla y no deban cambiarlo por el de “Matanza retrocede”.

Están en juego nada menos que 25 mil libros y todo el material que ya hemos recopilado para formar el Museo Regional de La Tablada. Todo, absolutamente todo, quedaría en la calle, a la buena de Dios. Vale un dato: contamos con planos de los loteos, libros que datan del siglo XIX y demás joyas del patrimonio cultural argentino. Aunque parezca increíble, nadie nos responde, ni nos dan una solución.

Reiteramos que lo único que necesitamos es un lugar amplio para poder funcionar. Esta tarea que desarrolla la institución se hace día a día, no se logra con cinco o seis días al año, realizando una Feria del Libro.

Nuestros chicos y nuestros jóvenes necesitan formarse, necesitan el respaldo de los libros, que hará que dejen de ser ciudadanos disminuidos en el intelecto. Sólo así tendrán las armas para consolidar opinión propia ante las injusticias, volver a la cultura del trabajo que los hará libres. No debemos olvidar las sabias palabras de Sarmiento: “Hay que educar al soberano”. Y, mucho menos, las de Honoré de Balzac: “La ignorancia es la madre de todos los crímenes”.

Liliana Beatriz Pedraza
SOCIA ACTIVA
D.N.I. : 17381957

El comentario

No alcanza sólo con fideos


Una biblioteca es, siempre, un faro imprescindible de cultura. Una puerta abierta al conocimiento, un trampolín para el crecimiento intelectual, una invitación a la fantasía creativa. Todo eso y más también. El mundo de los libros, se sabe, forma mejores personas y ciudadanos más informados y atentos para participar en la vida pública de un país.

En caso de La Matanza, un distrito con muchos segmentos de la población acosados por el índice de NBI (necesidades básicas insatisfechas), su importancia y gravitación es todavía mucho mayor. Los libros son proteínas para el espíritu. Poder disfrutar de ellos nos habla de la igualdad de oportunidades, del derecho al acceso a la cultura y de tantas cuestiones esenciales de la democracia.

Imaginamos que alguna autoridad, nacional, provincial o municipal, ya estará haciendo las gestiones necesarias para impedir que esta Biblioteca cierre. Hay 25 mil libros en sus estantes. Un patrimonio cultural que no debería ser carne de olvido. Y un populoso distrito que no sólo quiere fideos y lentejas. Aunque necesarios, sin los libros a su alrededor se transforman sólo en un plato de comida sin futuro.

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