29/3/09

Habrá libros y espectáculos en las calesitas porteñas

Hoy al mediodía reabrirá la calesita de la plaza Monseñor De Andrea, en Córdoba y Anchorena Foto: Andrea Knight

Arte para jugar / Danza, teatro y títeres en las plazas

Los 45 carruseles tendrán bibliotecas para chicos y grandes

Noticias de Cultura:
Sábado 28 de marzo de 2009

Susana Reinoso
LA NACION

¿Cómo se verá una calesita encerrada en un galpón, sin chicos ni risas ni música? Así terminó "La calesita de Robertito" en 1996, luego de mudarse varias veces por los alrededores de plaza Monseñor de Andrea, en avenida Córdoba entre Jean Jaurés y Anchorena. Hoy, su dueño Roberto Pampín le devolverá la sonrisa al barrio, cuando al mediodía se reinaugure en ese espacio verde, merced a una concesión pública, cuyo expediente inició, durante la gestión de Mauricio Macri, la nieta del calesitero, Mara Ruberto.

En este regreso, al amparo de un programa del ministerio de Cultura porteño, a cargo de Hernán Lombardi, hay además dos novedades. Cada una de las 45 calesitas porteñas tendrá una biblioteca con títulos infantiles y de adultos. Entre 200 y 300 libros estarán disponibles para la lectura en el lugar o para préstamos domiciliarios, previo registro que llevará el calesitero.

La otra buena nueva es que se desarrollará un programa con 15 actividades culturales y espectáculos temáticos de quince minutos cada uno en igual número de calesitas, cada fin de semana, que rotará en forma simultánea por las 45 calesitas porteñas, 31 de las cuales fueron declaradas en 2007 patrimonio cultural de la ciudad de Buenos Aires. Cada una de las actividades está conectado con la historia de las calesitas y carruseles de la ciudad. Así fue diseñado por la autora teatral Marisé Monteiro, bajo la coordinación de Facundo Jaramillo.

Pampín está feliz: "Imagínese, yo crecí en la calesita que tenía mi padre, en 1936. ¿Qué tiene de especial mi calesita? Cinco caballitos blancos, un Dumbo, un Pluto, ponys, autitos y una lancha. El avión todavía no lo incorporamos".

Consultado sobre si todos los chicos sacan la sortija, o en este asunto también hay estrellas y estrellados, Pampín comentó: "Y...uno ayuda para que todos se vayan contentos. Porque no se imagina la bronca del pibe si el hermanito saca la sortija y él no lo consigue".

Calesita de mi barrio

¿Qué hace tan especial a un carrusel hecho de caballitos de madera, autitos que no circulan y aviones que no vuelan? El calesitero Carlos Pometti, de Pompeya, responde a La Nación sin dudarlo: "A medida que avanza la tecnología, los chicos tienen todo en su computadora: los sonidos, los colores, los movimientos, los volúmenes. Pero en la calesita, el chico echa a volar su imaginación. El sabe que el avión no vuela y que el caballo no corre, pero puede imaginar que vuela y galopa".

Hijo y nieto de calesiteros, Pometti está convencido de que las bibliotecas para armar serán un suceso en las calesitas porteñas, a las que define como "un hecho cultural" de la ciudad. El calesitero, que habla desde la experiencia de haber dialogado con un universo de niños a lo largo de su trayectoria, dice: "El chico siente que cabalga con el viento en la cara e, incluso, hace el sonido del avión cuando la calesita da vueltas. Creo que la tecnología nos favorece".

A Mateo Niro, de la Dirección de Promoción Cultural, le cupo la responsabilidad de elegir los libros y abastecer las bibliotecas con un 70% de novedades infantiles y el resto, para adolescentes y adultos. "Está pensado también para los hermanos mayores y los padres que llevan a los más pequeños a la calesita", dice en diálogo con LA NACION.

Los libros de cada calesita tendrán una vinculación con el barrio donde se ubica. Habrá títulos de María Elena Walsh, de Luis Pescetti, Graciela Montes, Elsa Bornemann, entre otros autores. "Esa identidad dependerá del público que acude al paseo".

Literatura y divertimento. La fase de las actividades culturales y los espectáculos temáticos será una atracción en el otoño incipiente. Malabares, teatro, danza magia, clowns, narraciones, talleres de plástica y títeres son parte de la oferta que estará disponible desde mañana. Los nombres de los espectáculos merecen un renglón: "calesicuentos de todas partes"; calesicuentos porteños"; "canciones de calesita para jugar"; "pintacuadros con calesita"; "calesijuegos de antaño", entre otros.

Hoy los calesiteros de Buenos Aires y otras ciudades bonaerenses estarán presentes en la reapertura de "La calesita de Robertito". Un espacio lúdico al que supieron acudir, según cuenta su propietario, "figuras del espectáculo. Virginia Luque, Silvia Pérez, Chico Novarro, Mauro Viale. Incluso Chico una vez se puso a darle la sortija a los chicos y se armó un revuelo".

Según diversas fuentes, la primera calesita porteña se instaló en el siglo XIX, entre los años 1867 y 1870, en Barrio Parque, que daba nombre a la zona ubicada entre el Teatro Colón y el palacio de Tribunales. Esa primera calesita fue de fabricación alemana, a la que se sumó luego otra de manufactura argentina, a cargo de Cirilo Bourrell y Francisco Meric y de la Huerta, en la plaza Vicente López. Fue allí donde aparecieron los primeros caballitos, cisnes y cerditos en 1891.



http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1112900

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