21/9/08

Asociación Cubana de Bibliotecarios



Asociación Cubana de Bibliotecarios La Habana, 15 de septiembre de 2008 Carta a nuestros colegas bibliotecarios del mundo: Cuba,






no se había repuesto todavía del impacto y los daños materiales
ocasionados por el huracán Gustav, con vientos de fuerza poco común, a finales del mes de agosto, cuando nos azotó otro huracán de gran intensidad Ike, con una trayectoria de más de mil kilómetros, de un extremo a otro del territorio nacional.
El país se vio afectado pues por dos huracanes en menos de 10 días, y en algunos puntos, dos veces, con fuertes penetraciones del mar en el extremo más oriental de la Isla, las que se produjeron posteriormente en otras zonas, unidas a las consecuencias de las fuertes y continuas lluvias con los consiguientes desbordamientos de ríos, arroyos y zonas bajas. La acción combinada de los dos huracanes la convierten en la más devastadora en la historia de estos fenómenos meteorológicos en Cuba con relación a la magnitud de los daños materiales ocurridos. Más de tres millones, 179 mil personas tuvieron que ser evacuadas, casi la tercera parte de la población tuvo que ser evacuadas, de ellas más de medio millón en centros de evacuación y el resto, la mayoría, en casa de familiares, amigos y vecinos. Innumerables fueron las acciones de la Defensa Civil, que con una rápida actuación concentró sus esfuerzos en la protección de la población. El informe de datos preliminares sobre las afectaciones de ambos eventos meteorológicos refleja que más de 444 000 viviendas resultaron dañadas, de ellas 163 000 por derrumbe total, enorme cantidad de centros educacionales, deportivos, de la salud, de la vida cultural, almacenes de alimentos, edificaciones de diversas instituciones fueron seriamente afectados. Miles de familias cubanas, radicadas en las zonas de mayor impacto, han perdido la inmensa mayoría de sus pertenencias, no sólo materiales sino también aquellas que mantienen recuerdos personales y familiares, unido a ello han sido desastrosas las consecuencias para cosechas, instalaciones industriales y de todo tipo. El Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, las Bibliotecas Escolares y el resto de los sistemas bibliotecarios de nuestro país fueron también objeto del embate de los vientos y las lluvias, sin embargo, en comparación con la magnitud del evento natural que nos ha azotado es de destacar la rapidez con que los bibliotecarios y bibliotecarias cubanos garantizaron la protección de libros y documentos disminuyendo al mínimo las afectaciones, aunque fueron muy dañadas un grupo de las edificaciones. Poco a poco se van recuperando las vías de comunicación, redes eléctricas y se trabaja intensamente en cada localidad, pero en esta nueva prueba a que se ven sometidos miles y miles de cubanos y cubanas no ha faltado el aliento solidario de organizaciones y gobiernos de diversos países. Las semillas de solidaridad sembradas durante largos años fructifican por todas partes. Los momentos que vivimos son tensos y difíciles pero no ha flaqueado la voluntad y vocación de nuestros profesionales que aún en condiciones extremas, están llevando el libro, ofreciendo actividades de promoción y contribuyendo a fortalecer la vida espiritual de quienes están ante el reto real de tener que rehacer lo creado a lo largo de sus vidas. Sabemos que siempre podremos contar con la sensibilidad y el aliento de nuestros colegas en cualquier parte del mundo. Un cordial saludo, Lic. Margarita Bellas Presidenta ASCUBI Asociación Cubana de Bibliotecarios

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